Messier 17, la nebulosa Omega en Sagitario

 

En las noches oscuras de Junio, durante pocos días en nuestra latitud, si enfocamos nuestro telescopio refractor hacia la constelación de Sagitario, podremos ver la zona central de nuestra galaxia. Junto con miles y miles de estrellas aparecen zonas brillantemente iluminadas de rojo por el hidrógeno ionizado donde se están formando abundantes estrellas.

La nebulosa Omega es una de estas zonas. Inmersa en una gigantesca nube rojiza, destaca su forma alargada con una zona central brillante. Delicadas volutas de gas rojizo y azulado se difuminan hasta perderse en el oscuro fondo celeste. Esta nebulosa fué descubierta por el astrónomo francés Phillippe Lois de Chesseaux en al año 1.746 y rivaliza en brillo superficial con la conocida Nebulosa de Orión ( Messier 42).

La parte más brillante de la nebulosa se extiende por 15 años-luz aunque las zonas adyacentes repletas de gas ionizado lo hacen hasta más de 40 años-luz. Es una de las nebulosas de reflexión más fotografiadas y admiradas del cielo nocturno.