Caldwell 33, la parte Este del Velo
La nebulosa del Velo, en la constelación del Cisne es lo que queda después de una explosión de una Supernova. Una explosión de este tipo es uno de los acontecimientos más espectaculares que se pueden observar desde la Tierra, las estrellas con una masa igual o superior a 8 veces la del Sol acaban su vida de esta forma.
Una explosión de Supernova emite tanta energía en los primeros segundos como del resto del cosmos en el mismo período de tiempo, la síntesis de todos los metales más pesados que el hierro se produce en estos momentos así como una fuente enorme de neutrinos y de rayos cósmicos. La tremenda onda de choque presiona, compacta e ioniza el gas y polvo estelar que rodeaba la estrella formando, como en este caso, una red de sutiles y delicados filamentos entrelazados de gases ionizados. Podemos distinguir los colores rojos del hidrógeno y los azulados del oxígeno.
La estrella causante explotó hace unos 5.000 años y sus efectos son visibles todavía extendiéndose por 100 años-luz. No queda rastro visible de la que fué la estrella originaria, el brillo dura muy poco, en poco más de un año desaparece. Lo que podemos contemplar hoy son sus efectos en el medio que la rodeaba.
Comentarios
Publicar un comentario