Detectores de nubes

 El principal enemigo del observador del cielo nocturno son las nubes. Después podemos añadir las luces molestas de las farolas, casas vecinas y la Luna, pero la verdad es que con nubes todo el resto no importa.

Podemos usar filtros para minimizar los efectos de las luces contaminantes pero cuando las nubes aparecen se acaba la observación. Hay muchos tipos de nubes, los meteorólogos lo saben muy bien y las describen a la perfección, para los astrónomos lo que importa es su densidad, no su forma.

 Las nubes densas, son fáciles de ver incluso de noche pero las nubes altas y delgadas no se ven y solo se pueden detectar por el ojo humano por la disminución del brillo general de las estrellas. Por suerte, la electrónica acude en nuestra ayuda y nos permite identificarlas rápidamente.

 

Detectores de nubes por luz visible:

La función Histograma, que todos los programas de captura de imagen tienen, es nuestra herramienta principal. Cuando fotografiamos con un cielo absolutamente limpio de nubes, la posición del pico del histograma es siempre la misma pero si aparecen nubes este pico se desplaza hacia la derecha detectando más luminosidad. Es exactamente eso lo que hacen las nubes, reflejar la luz que proviene de la Tierra ( ciudades vecinas, farolas de iluminado público, etc.)

Detectores de nubes por infrarrojos:

Hay otro sistema de detectar las nubes, la base científica es la misma, la Tierra emite rayos infrarrojos (IR), calor, que las nubes reflejan y el detector de IR las detecta y traslada a un programa de ordenador en forma de gráficos. Cuantas más nubes, más calor reflejado. Este es el que usan la mayoría de aparatos que se pueden encontrar en webs especializadas de material astronómico.

Límites de los detectores de nubes:

Las mediciones de luz o calor reflejados se ven afectados por la humedad ambiental, la temperatura y la cantidad de partículas presentes en una determinada zona del cielo. No son exactos y hay que estar calibrándolos constantemente.

La práctica:

Como siempre, todo esto que explico está aplicado a la astrofotografía con exposiciones cortas (EAA/Videoastronomía), los datos se actualizan cada toma y son de 30 segundos como máximo. Esto nos permite conocer al instante el estado del cielo. Hay que aceptar los límites de detección de ambos sistemas y centrarnos solo en los datos relativos a lo largo de la noche. Cuando empezamos a fotografiar en un cielo sin nubes teórico, el pico del histograma tiene una posición muy concreta, mientras permanezca ahí, no habrá cambios en el cielo. Si este pico se desplaza hacia la derecha es que están empezando a aparecer nubes. Cuanto más se desplace, mayor cantidad de nubes y más espesas. Es el momento de parar de fotografiar hasta que pasen de largo.



Aspecto de un pico de histograma normal. Las lineas RGB están juntas y se agrupan en el extremo izquierdo del gráfico



Apecto del histograma cuando aparecen nubes. Los picos se separan porque el cielo adquiera tonalidades extrañas producidas por el reflejo de las luces terrestres y el conjunto de estos picos se desplaza hacia la derecha

 

Conclusiones para los que hacemos EAA/Videoastronomía:

Los sistemas de detección por infrarrojos son caros y significan más aparatos en nuestro equipo y más programas para controlar en nuestro ordenador. En cambio, el sistema de detección de la luz reflejada nos lo da la misma cámara que estamos usando para fotografiar y el resultado lo podemos ver con el mismo programa que estemos utilizando para capturar las imagenes. No hay inversión extra.

La curva del Histograma y el dato de Promedio (average) nos dirán cuando aparecen las nubes y cuando ya no hay



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